viernes, 27 de junio de 2008

como se paga el bien sin mirar a quien

Porque un tumulto de nostalgia me sigue a donde voy? Porque el dinero no me ha hecho feliz?, porque sin querer he sido maltratador, abusador de la gente y poco tenaz con los principios valóricos que me dieron mis padres adoptivos de quienes heredé una gran fortuna que me he despojado de ella en forma brutal, pagando hoteles de cinco estrellas, acostándome con las prostitutas más caras y haciendo infeliz a muchas mujeres que me quisieron todo … por sentirme como rey de poder que me dio el Dios del dinero, este Dios que me ha hecho ver la pobreza como parte de los ricos una ley de la naturaleza, pero ahora siento que con 46 años no he hecho nada productivo y que hasta la gente que me conoció se alejó de mí diciéndome palabras hirientes: “púdrete con tu dinero” ”nunca había conocido hombre más tacaño” “manipulador”.

He decido cambiar, pero donde empezar? Despojarme del dinero que me queda? Y donde encontraré trabajo a esta edad, sin una profesión?, es mejor seguir guardando el resto de la fortuna en los bancos para que se siga incrementando mi capital.

La tarde está nublada y se siente una pequeña niebla que rodea el camino, he decidido dejar estacionado mi auto para abrir mis ojos a una realidad desconocida, mis pasos se hacen más lentos como quien lleva un tumulto de piedras encima, la calle está solitaria, la población es pobre, es una sensación extraña la que se sumerge dentro de mí, siento que me ahogo al ver aquellas calles llenas de basuras, empolvadas, agrietadas, casas construidas con lo más barato y frágil de la construcción. Por un momento quise arrancar, pero ya era tarde, debía darme cuenta de una vez por todas que no soy rey y señor. Apreté mi mano pues la tenía dentro de mi bolsillo de mi chaqueta y dentro de ella tenía dos monedas de oro que equivalía a 4.450 dólares, que para mí no era nada, pero para alguien quizás el cielo. Caminé asustado por miedo a que me asaltaran y de un instante a otro vi aparecer frente a mis ojos un hombre con un niño, me acerqué a ellos a pasos agigantados, ellos al notar mi cercanía dejaron de caminar. Señor como está? El hombre me extendió la mano, su aspecto era débil, estaba muy delgado, su rostro pálido, el niño que llevaba en sus manos era como de siete años de edad y respondí : bien señor. No quise hablar más, solo quería arrancar porque se estaba apoderando de mí una crisis de pánico, mi cuerpo empezó a temblar y tembloroso le entregué al niño las dos monedas de oro que llevaba en mi chaqueta, el niño me sonrío y esa sonrisa se incrustó en mi retina, quise llorar, no era capaz de describir esa sensación de alegría que me dio ese niño con un semblante casi anémico. El niño me entendió su mano y me dijo: gracias señor, que dios se lo pague. Esas palabras se quedaron grabadas en mi conciencia hasta el día de hoy. Le tomé su cabeza le dije, gracias amigo y Retorné mi paso en busca de mi auto para huir de ese lugar. Una vez que salí de ese sector, me vino una angustia donde se mezclaba una sensación de sentir que por fin mi vida tenía sentido, que jamás nadie había ayudado, y ahí recién me di cuenta que todo el tiempo he sido infeliz, pero sabía que no podía volver atrás que mi vida ya estaba formada y que no podría cambiar y volví a ser el mismo de antes.

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Han pasado ya 30 años, debo ir al banco pues mis acciones han caído mucho y ya no tengo dinero para poder sobrevivir más tiempo, y que años me quedarán? Ya tengo 77 años… uff como estoy de viejo. Me mandan a buscar del banco Scotiabank, el gerente, parece que quieren cerrar mi cuenta pues ya no doy rentabilidad a esta entidad. Apenas puedo levantarme del sofá. Tomo un taxi y me deja en las afueras del banco, hablo con un ejecutivo que me conduce donde el jefe.

Señor Smith, sígame porfavor, el gerente se acaba de desocupar, pasé.

Señor Smith buenos días tome asiento adelante. – me saluda el gerente.

Gracias señor – respondo.

Cuando lo miro me entra una corazonada, este rostro, este rostro lo conozco, donde lo he visto…. Mientras él me hablaba que mi cuenta sería cerrada, yo sólo sentía que mis oídos morían… pero se agudizaba mis recuerdos y SI!!! Recordé , es aquél niño de las 2 monedas de oro!!!!. Entonces me pongo con semblante anémico.

Señor Smith que le pasa?. – me dice él

Que fue de su padre? – le respondo. – porque pregunta eso señor? Usted lo conoció? – me habló él mientras que su rostro se torno pensativo – Sí señor en aquella calle – respondo. – que calle señor?- me respondió él.

Aquella calle pobre del sector de Galvarino – él me miró se paró de su asiento y se acercó a mí, hiso que me parara y me dijo: usted fue quien nos regaló 2 monedas de oro – yo sólo cerré mis ojos y afirmé lo que él me decía, él prosiguió y me dijo: Gracias a usted señor Smith, mi padre pudo comprar morfina para terminar sin dolor su cáncer de estómago, nos alcanzó para que tuviera una muerte digna. Luego yo me fui a un internado de niños y ahí fui adoptado por unos padres excelentes quienes me educaron y me hicieron ser lo que soy actualmente – el chico nuevamente me abrazó y me dijo – Gracias.

Luego de salir de aquella sala, él me dijo que pondría 4.450 dólares a mi cuenta para que no se cerrara y fue así que me sentí que dentro de todo lo malo que pueda hacer uno en este mundo, de ser el malvado más grande de la tierra, nos demuestra que si hacemos las cosas bien habrá recompensa cada día en la tierra, paz, tranquilidad, quietud con dios… ese día si venía muerte moriría tranquilo.

“No olvides hacer el bien todos los días, alimenta el alma”

Gracias por leerme

jueves, 26 de junio de 2008

que sera?

No quisiera más que cerrar mis ojos para contemplar la oscuridad dentro de ellos. LLevo días sin tomar mi libro preferido, ese libro que me hace volar y evadir mi realidad, donde se mezcla la fantasía y donde mis alas se vuelven del color de el de las mariposas, pero esta noche se apoderó de mi el miedo, de que vuelva, de que me atormente, de que se quede junto a mí; y ya lo siento venir y no se donde esconderme, donde arrancar mi armario esta atiborrado de ropa, tendré que enfrentarme a él y no quiero enfrentarme a él porque solo quiere ....